Al margen de las herramientas de control ya citadas, es corriente la utilización en las empresas de gráficos, cuya finalidad fundamental es poner de manifiesto de una manera más visual que los productos se encuentran dentro de los límites estadísticos de control de calidad, así como ayudar a fijar dichos límites. Existen diversos tipos de gráficos, pero todos ellos responden a la misma forma general. En abscisas se representa el transcurrir del tiempo (las distintas muestras que se toman), y en ordenadas los valores que va adoptando una determinada variable o atributo.
Tres líneas horizontales atraviesan el gráfico, marcando los límites de tolerancia estadística superior e inferior que se establezca, y el promedio de la magnitud que se este analizando.
Los primeros gráficos que se verán se refieren a atributos, es decir, a características del producto que pueden ser calificadas con un criterio simple como buenas o malas. Si es posible establecer el número de unidades defectuosas como un porcentaje del total, se puede utilizar el denominado Gráfico p. Para ello se toma periódicamente una muestra del proceso de producción, y se determina la proporción de productos defectuosos para ver si se encuentra dentro de los límites de control. Aunque en principio la distribución de probabilidad que deberíamos aplicar debería de ser la binomial, en la medida en que la muestra consta de un número grande de observaciones, se hace más correcto el uso de la distribución normal. Esto permite establecer como límites estadísticos de tolerancia los siguientes:
Donde p es la proporción de defectuosos del proceso y z un valor que variará en función del nivel de exigencia en el control del proceso. La desviación típica del promedio, según el tamaño de la muestra se calcula con la siguiente fórmula:En la que n representa el tamaño de la muestra.
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